Los RRHH no son una tarea fácil. Por eso la materia da para que florezcan gurús, tendencias, profesionales muy poderosos dentro de las organizaciones, toneladas de manuales y millones de entradas en Internet.
En Endriver Chóferes no somos expertos en RRHH generales. Pero nuestra experiencia sí nos permite erigirnos competentes en el campo de la selección de chóferes y conductores. Desde aquí, queremos compartir estas 10 claves que hemos aprendido en estos 15 años seleccionando a los mejores conductores de España:
- Un chófer no nace, se hace. Pensar en darle oportunidades sólo a aquellos conductores profesionales es un error. Los mejores chóferes no lo han sido desde el primer día, sino que han aprendido los misterios de la profesión a través la experiencia. Contratar a un perfil junior, da la oportunidad a que el conductor aprenda dentro de la organización, y además se perfile a medida de la misma. Confía en la gente que quiere empezar, y ayúdales a sacar lo mejor de sí.
- Una escasa experiencia también es sinónimo de oportunidades. Imagina un papel en blanco: en él puedes escribir, dibujar, borrar y volver a escribir. Contratar a un candidato con algo de back up, pero sin una experiencia súper definida tiene dos ventajas: No tendrás que hacer el esfuerzo de partir de cero los primeros días, pero no tendrás que bregar con los “vicios” propios de aquellos profesionales muy establecidos.
- Comprueba el carnet. Desde que eliminaron la obligatoriedad del BTP, las exigencias legales para contratar a un chófer se han relajado drásticamente. No obstante, como profesionales de la conducción, es conveniente exigirles a los candidatos que presenten el saldo de puntos de su carnet. Es un sesgo mínimo sobre el que partir.
- Valora su formación. Los cursos de conducción, los de protocolo, y los idiomas son el trío de ases que más consideración tenemos en Endriver. Este tipo de entrenamientos teórico-prácticos, aparte de sugerir que estás ante un candidato preocupado en su preparación, le habrán aportado herramientas muy útiles para resolver conflictos, tomar decisiones, conducir mejor, causar buena impresión, poder comunicarse con clientes extranjeros, etc. que pueden ser muy necesarios en el desarrollo de su tarea diaria.
- Comprueba su conducción. Dar por hecho que un candidato a conductor tiene una conducción limpia y 100 % segura como se podría suponer, es un error. Hay que comprobarlo. Y además hay que hacerlo con diferentes tipos de vías y vehículos (manuales, automáticos, gama alta…).
- Analiza otros puntos de diferenciación. Ya estamos seguros de que al candidato le gusta conducir y lo hace muy bien. Eso es fantástico, pero definitivamente insuficiente. Un chófer profesional tiene que tener ciertas cualidades que van a hacerlo destacar de un chófer mediocre. Entre ellas nosotros analizamos dos, que consideramos claves: la resistencia al cansancio y la orientación al cliente.
- Resistencia al cansancio. El chófer ha de adaptarse a las necesidades de la agenda de su cliente. A veces esto podrá exigir viajes largos, o maratonianas jornadas en la ciudad, no necesariamente conduciendo, pero sí esperando, o haciendo pequeños trayectos. El conductor deberá tener capacidad de llegar al final de estas jornadas con la mejor actitud y energía suficiente para que su conducción siga siendo segura.
- Orientación al cliente. No es lo mismo comprarle al cliente la prensa, que no hacerlo. Ofrecerle un par de botellitas de agua fresca, que caliente. Esperarle erguido fuera del vehículo, en disposición de ayudarle con el equipaje, que posado en él o incluso sentado dentro. No es lo mismo estar en el lugar de la convocatoria siempre antes que él, que llegar al mismo tiempo, o incluso retrasarte un minuto. Casi nada es lo mismo.
- Una piedra angular de tres vértices: distancia, discreción y confidencialidad. Si el candidato ha superado todas las exigencias anteriores, es hora de poner a prueba un detalle de su personalidad tan importante que podrá echar al traste todo el proceso. ¿Tiene un perfil locuaz, extremadamente extrovertido o en las antípodas de la timidez? Entonces, este no es su trabajo. Un chófer profesional debe, por encima de toda circunstancia, saber mantener una distancia cálida con su cliente, estar plenamente disponible pero sin invadirle. Responder, sin preguntar. Y, por supuesto, tratar con absoluto recelo la información sensible a la que haya estado expuesto como consecuencia de su trabajo.
- ¿Buena persona? Bien, felicitaciones si tienes un candidato que llegado hasta aquí. Ahora, solo reflexiona si te ha parecido una buena persona, porque este punto es tan importante como los nueve anteriores. Y si es así, ¡adelante!, contrata sin miedo, empodéralo, fórmalo, y remunera generosamente su esfuerzo. Desde Endriver os deseamos una feliz relación chófer – cliente por muchos años.